lunes, 11 de abril de 2016

EL MIEDO

Estamos acostumbrados  evitar los estados de miedo, huir de ellos y  cambio engañarnos con estados de bienestar y mascaras diversas, tapando asi la realidad de nuestro ser. El miedo como cualquier otra emoción es creada por uno mismo, y por lo tanto ha de recibir el mismo trato que las emociones positivas. Al excluir lo que no nos gusta es  como renegar de partes de uno mismo.

                                      BAILAR CON EL MIEDO

En silencio en un espacio donde no te moleste nadie durante una hora, céntrate en ti, en tu persona, ahora pide al miedo que salga y se coloque delante de ti. Si esto te cuesta puedes optar por imaginar que le ves en un espejo o lo que sientas que te es más fácil.
El miedo tiene dos vertientes, una que es necesaria para la supervivencia, el aprendizaje, la resolución de problemas y todo lo que de esta se puede aprovechar en positivo para la evolución.
 Y el otro vertiente es la del miedo sin control, aquí el miedo hace lo que quiere y lo que sabe desde su conocimiento y experiencia, en ocasiones, llega a paralizar a la persona, la bloquea mental y físicamente, la impide desarrollarse por timidez, inferioridad, inseguridad, y todas las máscaras que el miedo se pone para seguir vivo y seguir teniendo el control. 

Hemos de reconocer y distinguir estas dos vertientes para poder colocar a cada una en su posición, donde siempre será  la evolución del ser. 
 Habla con el miedo y dile que ha de ayudarte y a partir de ahora debera seguir las pautas que tú le des.
Habla con él, di que necesitas que ahora se ponga bajo tu disposición, le agradeces  lo mucho que ha hecho por ti, todo el aprendizaje y el tiempo compartido. Pídele que te acompañe en este viaje, que este tranquilo, es tiempo de cambios y el merece esta oportunidad.

Visualiza como le das la mano y le llevas al primer chacra, que es una pista de  baile redonda de color rojo, suena la música y comienza el baile. Observa lo que ocurre, si está tranquilo, si se siente mal, inseguro, deprimido, enfermo, maltratado, cualquier emoción  que te llegue amala, y con comprensión dile que no pasa nada que todo está bien, estas con él y ha de confiar en ti.

Abrázale mientras bailas, deja que sienta tu amor y se tranquilice.
Cuando sientas que ya esta tranquilo le invitas a acompañarte a la segunda pista de baile. Y en la primera pista entra el amor y la conciencia a bailar y a llenar la chacra con su presencia. Déjales allí tranquilamente.

En la segunda pista que es de color naranja, sigue el mismo procediendo con tu pareja, observa lo que sucede y si tiene miedos sexuales, sentimientos de abuso o violación, si tiene frio, tiembla, o esta nervioso, observa sus reacciones. Y permanece hasta que sientas que ya está tranquilo en ese momento el amor y la conciencia suben a bailar a esa pista.

Por un pasillo blanco subimos a la tercera pista, un salón de baile de color amarillo resplandeciente. El miedo se asusta con la luz, tiene la falsa creencia de que la luz le mata, le anula  y le destruye. Dile que eso no es así, todo lo contrario, a más luz más expansión de tu ser, mas conocimiento de lo que verdaderamente eres, mas libertad.
 El miedo en esta zona te impide ser tú mismo, conectar con tu luz, desarrollarte como ser divino... el miedo se ha istalado en este punto y lo ha invadido sin darte cuenta. Visualiza como todas estas memorias se van limpiando a medida que bailáis juntos, que le envuelves en tu amor, que te haces con él. Invítale a bailar y permanece allí hasta que sientas que se tranquiliza.
En ese momento sube el amor y la conciencia a bailar y llenar ese espacio.
Sube por el pasillo al cuarto chacra, la chacra corazón, aquí veras como el  miedo no quiere entrar, tiene la creencia de que el amor es su muerte... esta acostumbrado a oir que donde hay amor no puede haber miedo, y esa creencia le impide avanzar.
Aquí se liberaran todas las memorias que tienes sobre el miedo a perder  la vida, la posición, a seres queridos, tu poder, tus bienes etc... Observa cómo se van liberando a medida que bailas con él, que  siente tu calor y tu apoyo.
Aquí déjalo un buen rato, incluso tal vez necesite de días hasta que su miedo se disipe del todo.
Abrazate con el y dale comprensión mientras dices:

 "Elijo amarme aun cuando sienta miedo."

ANA BELÉN . PANGEA



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